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Como sabemos, los números se aplican a todas las ciencias que involucran cantidad. Existen incontables números que son aplicados en diferentes situaciones ya sea en forma geométrica o aritmética, y son estos números los que en cierta medida regulan la forma de abordar los temas. Por ejemplo en toda situación que involucre al circulo, inevitablemente se utilizará el numero Pi (o sea 3,14 que nos sirve para hallar el perímetro u otras características de las circunferencias). Pero es en aplicaciones similares en las que se termina diciendo que la matemática es una ciencia exacta y que solo sirve para abstraer un problema determinado.
Sin embargo los números fueron creados para explicar la realidad que nos rodea, ¿y que realidad nos podría rodear más que la misma naturaleza? Se puede pensar que la única aplicación de los números al medio ambiente es contabilizando un suceso específico o haciendo una estadística. Esta aplicación es de la naturaleza hacia la matemática, o sea que los números surgen de los fenómenos naturales, y se utilizan para darle un significado a los mismos.
Pero podemos decir que existe una aplicación inversa, es decir de la matemática hacia la naturaleza y no solo se da en un ejemplo aislado, sino que en cierta forma se puede decir que los números guían a los sucesos biológicos naturales, y que todo lo hermoso que en ellos podemos encontrar se reflejan en un solo número…
Para esto vamos a hablar un poco más detalladamente sobre el origen de los números hasta nuestros días y específicamente apuntaremos a uno en particular que posee características asombrosas. Número no tan conocido y sin embargo como veremos a lo largo de nuestro trabajo, esta presente en forma constante hasta en nosotros mismos…
Marco Histórico
Podríamos decir que la matemática es tan antigua como la humanidad, esto se refleja en los diseños prehistóricos en cerámicas, tejidos y pinturas rupestres, donde se evidencia la existencia de un sentido geométrico del mundo que los rodeaba.
Seguramente aparecen como parte de la vida diaria del hombre, a través de la observación de semejanzas o diferencias entre los objetos o animales. Desigualdad de tamaños, de formas, de cantidades. Estas mismas diferencias habrán llevado a percibir las semejanzas, ya que un lobo, una vaca, un árbol tan diferentes entre sí poseen algo en común que es su unidad. El reconocimiento de esta propiedad abstracta de algo concreto es la idea primitiva de número y marca el inicio de la Matemática moderna.
Las primeras referencias a matemáticas avanzadas y organizadas datan del tercer milenio a.c., en Babilonia y Egipto. Referidas en su mayoría a cálculos aritméticos y geométricos.
Podríamos decir que la matemática es tan antigua como la humanidad, esto se refleja en los diseños prehistóricos en cerámicas, tejidos y pinturas rupestres, donde se evidencia la existencia de un sentido geométrico del mundo que los rodeaba.
Seguramente aparecen como parte de la vida diaria del hombre, a través de la observación de semejanzas o diferencias entre los objetos o animales. Desigualdad de tamaños, de formas, de cantidades. Estas mismas diferencias habrán llevado a percibir las semejanzas, ya que un lobo, una vaca, un árbol tan diferentes entre sí poseen algo en común que es su unidad. El reconocimiento de esta propiedad abstracta de algo concreto es la idea primitiva de número y marca el inicio de la Matemática moderna.
Las primeras referencias a matemáticas avanzadas y organizadas datan del tercer milenio a.c., en Babilonia y Egipto. Referidas en su mayoría a cálculos aritméticos y geométricos.
Orígenes del número Phi
Analizaremos a continuación los diferentes orígenes de este número, como así también sus características más curiosas…
En el siglo XIII, en la corte del emperador Federico II, se organizaban concursos matemáticos, en los que se planteaban varios problemas. Existía uno en particular que no podía resolverse en forma inmediata, dicho problema se expresaba de la siguiente manera:
Supongamos que tenemos una pareja de conejos (macho y hembra) de un mes de edad que aún no pueden reproducirse, pero que podrán hacerlo cuando cumplan dos meses de edad. Supongamos también que cada mes, a partir del segundo, nace una nueva pareja de conejos (macho y hembra). Si cada pareja de conejos se reproduce de la misma forma que la pareja inicial, ¿cuántas parejas habrá al principio de cada mes?
En 1202 se escribió el libro llamado “Liber abaci”, en el cual se trata métodos y problemas algebraicos, y se recomienda érgicamente el uso de los numerales hindú-arábigos. Describe las nueve formas hindúes, junto con el signo 0 llamado “zephirum” que después deriva en las palabras “cifra” y “cero”. En este libro escrito por Fibonacci, se presenta la solución de diferentes problemas.
Analizaremos a continuación los diferentes orígenes de este número, como así también sus características más curiosas…
En el siglo XIII, en la corte del emperador Federico II, se organizaban concursos matemáticos, en los que se planteaban varios problemas. Existía uno en particular que no podía resolverse en forma inmediata, dicho problema se expresaba de la siguiente manera:
Supongamos que tenemos una pareja de conejos (macho y hembra) de un mes de edad que aún no pueden reproducirse, pero que podrán hacerlo cuando cumplan dos meses de edad. Supongamos también que cada mes, a partir del segundo, nace una nueva pareja de conejos (macho y hembra). Si cada pareja de conejos se reproduce de la misma forma que la pareja inicial, ¿cuántas parejas habrá al principio de cada mes?
En 1202 se escribió el libro llamado “Liber abaci”, en el cual se trata métodos y problemas algebraicos, y se recomienda érgicamente el uso de los numerales hindú-arábigos. Describe las nueve formas hindúes, junto con el signo 0 llamado “zephirum” que después deriva en las palabras “cifra” y “cero”. En este libro escrito por Fibonacci, se presenta la solución de diferentes problemas.
Leonardo de Pisa (1180-1250)
Nació en la ciudad italiana de Pisa, fue más conocido como “Fibonacci” que significa “hijo de Bonaccio” que era un importante comerciante de Italia que tenía negocios en el norte de África, es así que Fibonacci tuvo la oportunidad de viajar por Egipto, Siria y Grecia. Estudió con un maestro musulmán, y gracias a sus viajes aprendió los métodos algebraicos árabes, y también el uso de los numerales hindú- arábigos, que es el sistema que actualmente usamos. Fue uno de los responsables de la divulgación de este sistema, llamados numerales árabes porque los signos pueden haberse derivado de los árabes aunque los que usan hoy, países como Egipto, Irak, Siria, Arabia, Irán y otros países de cultura islámica se parecen muy poco a los que usamos nosotros. Sin embargo los principios en los que se basan ambos sistemas son los mismos, y estos principios en los que se basa el sistema de numeración árabe provienen seguramente de la India, por lo tanto es más correcto llamar a nuestro propio sistema, sistema hindú o hindú-árabe.